Los procesos educativos son esencialmente procesos comunicativos. En la actualidad es impensable entender los campos comunicativos y educativos como separados. Esto nos obliga a posicionar como estratégia la medicación, en la actualización de la tecnología digital, con la convergencia de multiples lenguajes, en un mundo globalizado económicamente. Los lenguajes, los conceptos, los contenidos son rizomáticos en el mundo red, donde la interacción, la interculturalidad, y el flujo de la información, redefinen el papel de los usuarios como prosumidores informativos. En la articulación de la nueva cultura hipermediatizada, es imprescindible pensar en una forma de saber que , más allá del régimen de conocimiento y su economía política, no reproduzca las formas asimétricas y conocidas, social e históricamente, de poder. El libro propone la apertura de nuevos diálogos y reflexiones críticas sobre temas prioritarios en la agenda académica para la Comunicación Educativa.