El gran desafio los Estados especificamente postneoliberales reside en cerrarles paso tanto al poder mediático neoautoritario como a las divisiones y las culturas xenofóbicas. La lucha contra la tendencia neoautoritaria los pone en el reto de superar la polarización y construir nuevos pactos entre los movimientos estadocéntricos y los movimientos autogestivos. De la existencia o inexistencia de estos pactos dependerá el desenlace del actual tiempo de luchas para el postneoliberalismo.